Concurso "Microterror III" del Círculo de escritores |
En la tienda de antigüedades había un rincón oscuro,
apartado del resto de objetos y artilugios. Aprovechando que el dependiente
estaba ocupado, decidí averiguar qué se ocultaba entre las sombras. Que
desilusión me llevé al comprobar que era una simple máscara de payaso. O tal vez
no.
Avancé un paso hacia el rincón.
El maquillaje envolvía unos ojos que me miraban.
Avancé otro paso.
El muñeco estaba recostado en una silla, con una sonrisa que
no parecía real.
Avancé medio paso.
No era un muñeco.
Movió ligeramente la cabeza y su sonrisa se tornó siniestra.
Asustado, corrí instintivamente hacia la puerta.
Empecé a tirar de ella, pero no quería abrirse.
Angustiado, me di la vuelta y
vi que estaba completamente solo. Entonces, desde el fondo, el payaso se levantó y empezó a
moverse lentamente. No hablaba, solo me miraba con esa horrible sonrisa.
En ese instante se apagaron las luces y oí unos pasos que se
acercaban hacia mí cada vez más deprisa, acompañados de una risa indescriptible.
Grité mientras sacudía desesperadamente el picaporte.
Acto seguido, me desperté empapado en sudor.
La pesadilla había terminado.
Estupendo Micro amigo.
ResponderEliminarsuerte en el concurso.
Muchas gracias
EliminarEstupendo. Los payasos son seres terroríficos.
ResponderEliminarMenuda pesadilla.
Un saludo
Gracias Oscar, por comentar y compartir, un saludo :)
EliminarUna pesadilla realmente angustiosa. Saludo!!!!
ResponderEliminarDe las que no quiers tener nunca! Un saludo
EliminarMuy angustiante, me he imaginado a ese payaso con cara de muñeco diabólico y ¡pobre! que pesadilla tan horrible y que alivio despertarse.
ResponderEliminarUn saludo
El payaso puede ser lo peor que te puedas imaginar, saludos!! =)
EliminarUn micro de pesadilla bien orquestado. El payaso y el encierro, angustioso instante y alivio final.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Gracias Edgar, un abrazo =)
EliminarSaludos Sergio Martínez, un relato muy bien llevado, transmite la escalofriante pesadilla. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarHe de reconocer que me decepcionó un poco el final, por lo del sueño, pero me encantó el resto. Logras que el lector pase miedo con esa buena narración, creando una tensa atmósfera preñada de terror y espera por parte del protagonista. Poco a poco nos acercas a ese juguete de payaso, poco a poco nos revelas que no es un juguete, y luego aceleras la escenas en un intento de huida fallido, pues la puerta está cerrada. A continuación el payaso se levanta de la silla y se aproxima al aterrado protagonista y ¿acaba ahí el horror? No. Aún queda algo. Las luces. De pronto se apagan. Lo que faltaba para acabar de aterrarnos.
ResponderEliminarPienso quedaría mejor abierto, en vez de una pesadilla, pero esto es solo un apunte. Por lo demás, excelente relato.
Saludos.
Gracias Ricardo, quizá hubiese sido más aterrador un final abierto. Mi pregunta es, ¿que final le hubieses dado tú al relato? ¿O simplemente hubieses terminado la historia sin el despertar del protagonista? Un abrazo.
EliminarA mi me ha pasado un poco como a Ricardo. Me has mantenido en tensión todo el relato. Asusta de verdad. He tenido que girarme a la puerta mientras lo leía. Un abrazo.
ResponderEliminarPues si, efectivamente una pesadilla dificil de digerir. Por lo demás, espero que durmieses bien. Saludos :)
EliminarMe gustó mucho el ritmo del micro. Muy bueno, Sergio.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Federico, un placer verte de nuevo por aquí. Saludos!
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