Concurso "Microterror IV" de el Círculo de Escritores |
Mario era un chico curioso por naturaleza. Le encantaba fisgonear entre las viejas estanterías del desván cuando sus padres no estaban. Aquella tarde lo investigó todo a fondo, y no paró hasta que encontró algo interesante. Se trataba de una cajita de música. Abrió la tapa y comenzó a sonar la música.
Pronto, la melodía le provocó una profunda tristeza, pero a
la vez no podía dejar de escucharla. Era como si ese sonido melancólico le
hipnotizara. A través del espejito de la caja veía como una silueta envuelta en
las cortinas se acercaba poco a poco.
Presa del pánico, Mario intentó cerrar la caja, pero no
podía moverse. Seguía hipnotizado por la
cajita de música.
La figura se acercaba cada vez más, moviendo ligeramente la
cabeza, mientras la cortina iba destapando su espeluznante cuerpo.
Sentía que el corazón se le salía del pecho.
La cuerda de la cajita se iba aflojando.
Ya casi rodeaba el cuello con sus manos.
Pero él no respondía.
Entonces, una voz tapada por las cortinas le susurró:
no
vuelvas a abrir la caja.
Jolines, qué susto!! Desde luego que no la abro, las cajitas de música cerradas y en un cajón bajo llave...
ResponderEliminarBuen micro, Sergio. La última frase me ha dado verdadero miedo!!
Gracias Julia! Ya que estoy comentando, aprovecho para decirte que esa cajita y su música existe, y que es una canción que tengo grabada a fuego.
EliminarMe ha encantado el microrrelato. Sinceramente no me lo esperaba así pero en pocas palabras has provocado una gran sensación de terror.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Un beso :)
Gracias Raquel!! Un abrazo
EliminarMe ha gustado mucho, Sergio. Las cajas de música suelen darme respeto de por si, sobre todo las antiguas; así que cuando vea una de aspecto polvoriento ni me acerco, jaja, por si algo me susurra: "No vuelvas a abrir la caja..." ; )
ResponderEliminarMe alegro Ramón jajaja, el que avisa no es traidor!!
EliminarUn estupendo micro de terror, con ese aire clásico de películas de fantasmas. La curiosidad mató al gato, esta vez ha sido advertido, más le vale no volver a abrir esa caja de música. Muy bueno, Sergio.
ResponderEliminar¡Saludos, Compañero!
Menudo miedo. Yo salgod el desván por patas. Y a ver quien me pilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las cajas de música siempre han tenido algo de "terrorífico" . Al menos para mí.
ResponderEliminarEspero que no vuelva a abrir la caja... Pero ojalá la abra para que podamos seguir leyendo sobre ello.
Un saludico.
Genial relato amigo Las cajas de música siempre esconden algo íntimo o macabro. Besitos
ResponderEliminarCompartido Un abrazo
ResponderEliminarNo le quedó ganas de volver a curiosear.
ResponderEliminarAterrador relato.
Imágenes muy bien logradas.
Un gran abrazo.
Seguro que era su hermana!!!.... uff qué mal rollo... las cajitas de música tienen su toque maléfico...
ResponderEliminarMe gustó Sergio, te dejo el mío para que lo puedas leer: http://fotoalquimiada.blogspot.com.es/2015/10/el-cuarto-oscuro.html
Un saludo!!
Fantastico Sergio.
ResponderEliminarMejor no abrir nada.
Un saludo
Uff absoluto terror!! Ha estado genial jejej pesadilla con cajita aiss. Un abrazo!
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