-Hoy estás muy guapa cariño, me encanta como te queda el pelo liso.
-Gracias amor, ¿y qué me dices de mis ojos?
-Tus ojos siempre tendrán ese tono de caramelo que tanto me gusta.
-Pues a mi me gusta que me abraces muy fuerte por las mañanas.
-Y a mi gusta que te guste.
-¡Oh! Que dulce, te quiero tanto.
De pronto, ella bajo a tierra de un plumazo.
-María, ¿ya está listo el café? –exigió su marido desde el sofá.
-Sí, ya le falta poco –dijo ella, suspirando.
No hubo rosas ni bombones en aquel postergado 14 de febrero.
La rutina diaria, el mayor enemigo de una pareja. Muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarque mal:( lo mismo de todos los dias! ...yo quiero más!
ResponderEliminary yo!! jajaja
EliminarQué pocos renglones y sin embargo desde qué alto la caída!! :(
ResponderEliminarMuy triste, pero muy bueno.
Un saludo!
Que Verdad tan Dolorosa... Lástima que sea la misma pareja la que se encarga de romper lo bonito que comenzó en el noviazgo.
ResponderEliminarComo la vida misma,jaja. Creo que todas hemos tenido un poco de esto. Muy bueno, un abrazo Sergio
ResponderEliminarAy la rutina! Asesino implacable de la pasión...
ResponderEliminarMuy bueno, Sergio!
Un abrazo y suerte.
Bueno, no todo es romanticismo. Algunos lo consideran el día de "don comercio". Saludos!!
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