Concurso "Microterror II" de El círculo de escritores |
-Hola, ¿es esta la sala experimental? –preguntó el muchacho.
-¿Cómo has llegado hasta aquí? Solo el personal autorizado
puede acceder a esta sala –replicó con exaltación el científico.
El joven le mostró un pliego de papel.
El científico dejó entrar al muchacho y lo amarró cuidadosamente
a una camilla.
Justo después se abrió la puerta, que dejó paso a un hombre
de bata blanca. Entre los dos chismorreaban y se reían de otros pacientes, a la
vez que jugueteaban con el material quirúrgico.
-Tranquilo, no sentirás nada. Ni ahora, ni nunca más.
-Quieto, ¡eso no entraba en el contrato!
Humanos como conejillos de indias en manos de médicos sanguinarios. Los experimentos con pacientes engañados, una terrible realidad muy sugerente para el terror. Un micro de final divertido para los amantes del género.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Qué terrorífico. Ponerte en manos de unos sádicos por voluntad propia, sin saber a lo que ello te llevará. Genial. Un abrazo.
ResponderEliminarQué miedo! Ya no volveré a ir al médico con un mensaje escrito que no entienda. Un abrazo
ResponderEliminarYo por eso nunca fui al doctor, ni cuando estuve en mi lecho de muerte...
ResponderEliminarY ya no volveré a visitar un médico en lo que me quede de vida... ja ja ja
ResponderEliminarUn relato bastante aterrador, muy bueno.
Saludos.
jajaja, ay! Pobrecín! De alguna forma tienen que experimentar....da mucho miedo Sergio! Muy bueno y un abrazo
ResponderEliminarAterrador con un final que deja una sonrisa.
ResponderEliminarMuy bueno, Sergio!